viernes, 19 de febrero de 2016

Noches de domingo con lluvia de fondo.

Domingo. O más bien lunes.

No tengo sueño, ni ganas de acostarme. Pero sí ganas de vivir, de darme el capricho de ser feliz, de mirar a las estrellas de igual a igual y parar al tiempo para decirle 'qué, ¿vas a retarme?'.

Hoy escribo exteriormente feliz e interiormente a medias.

Quiero cumplir mis metas, mirar de frente al miedo, vivir por mis ilusiones y ver a mis sueños de un color bonito. El problema es que no tengo fuerzas para abrir la puerta; ¿tú sabes lo que cuesta abrir un candado sin llave?

Quiero que llegue ese día y decirme a mí misma, 'enhorabuena, lo has conseguido'; sueño con ese día.

Pocos saben que mis ilusiones se basan en paisajes y las personas serían simplemente los manguitos en la playa; pero por suerte sé nadar.

Que mi tiempo se resume en pensar en ojalas, y así me va... Nada pasa.
Debería dejar de pedir deseos, salir a la calle, contar hasta tres, e ir a buscarme a mí misma para decirme 'tranquila, vas a poder; simplemente prepara una maleta grande, fuerzas, ganas y mandarinas. También coge pañuelos, libros, gelocatiles y un paraguas. Y abre esa puerta que tanto te atormenta. (Si llevas una horquilla, puede resultar menos difícil la tarea con el candado)'.

Me ha animado tanto escribir esto, que se ha comido a mi sueño para darme la oportunidad de seguir apuntando.
Lástima que el despertador suene en cinco horas y mi gata me mire con ganas de que apague la luz.

(Escrito 5 noches después). Gracias por leerlo.

1 comentario:

  1. Eres genial joder. Sin duda esta entrada me ha encantado, sobretodo la parte en la que decides que lo mejor para armarte de valor es coger la maleta y armarte de valor para abrir la puerta, hazlo, ármate de valor, puedes conseguirlo.
    Te quiero. No escondas tu sonrisa porque es lo mejor.

    ResponderEliminar