viernes, 8 de marzo de 2019

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No sé volar, no sé volar sin seguir el vuelo de una golondrina dispuesta a empujarme del árbol mientras busco algo con lo que alimentarme.

Lo presiento, sigo arriba, pero tengo miedo. Ni durmiendo en el suelo podría evitar la caída... No está aquí para ayudarme, ha venido a quitarme plumas...