domingo, 27 de enero de 2019

But loving waves.

Yo no practico el submarinismo, pero a veces me ahogo...

Sé que tengo oxigeno de sobra para hacer varias idas y vueltas a la superficie todavía, pero no sé en qué parte, ni en qué pulmón... Si lo supiese, solamente tendría que activarlo.

Me empecé a ahogar en el momento en el que decidí sentarme en una roca a tomar el sol y a ver la luna, y conocí submarinistas, sirenas, nadadores perdidos, pescadores, gaviotas y estrellas... Cada vez que se iban, me tiraba de cabeza al agua sin coger aire, y tenía que salir cuando me daba cuenta de lo tonta que era por cometer esos actos.

Si has llegado hasta aquí, no te sorprendería leer que soy una sirena, pero quizás te sorprende un poco leer que no, que no lo soy... Simplemente soy una humana perdida, que se subió a un barco de plástico "made in China", cual persona valiente que no soy, y un erizo de mar rozó mi pequeño medio de transporte acuático, y que la piedra en la que habito fue mi único salvavidas momentáneo... Y aquí sigo.

No te vayas a creer que vivo en una isla, que yo a veces me las veo mal para poderme tumbar un poco... Tampoco vivo a base de agua marina, ni me alimentan las gaviotas... Simplemente me acerco a la orilla, y pillo prestados los merenderos que se llevan los pobres playistas para comer... Nunca me ven.

No pienses que mis días son siempre de tormenta, porque la mayor parte de ellos son soleados y escasamente nublados, pero he hecho de esta piedra mi casa, y me está costando mucho abandonarla... He averiguado a qué hora pone la calefacción el sol, a qué hora me la quita; cuándo hay eclipses, lunas de sangre, estrellas raras... He incluso me he aprendido el horario de los aviones que pasan por encima de mí.

Estoy bien, pero necesito salir de aquí... Esta casa se me queda pequeña, porque quiero una pecera más grande... Ya le he preguntado a algunas ballenas, tiburones amables, pezqueñínes que dicen "sí" cuando les pides ayuda, y a alguna que otra estrella para que me vayan orientando.



Lo siento, por dejar de escribir... He estado muy centrada en aprender a nadar.

Estoy despidiéndome de la piedra, y cuando vaya a medio camino entre ella y la orilla, tiraré las llaves de mi pequeña casita hacia atrás... Y será entonces, cuando coja impulso para seguir nadando hacia adelante.


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