miércoles, 11 de octubre de 2017

Tightrope.

Quizás este 11 de octubre no sea un día apropiado para hablar de fantasías ficticias basadas en realidades; son las 2 de la tarde, no he comido, y tengo hambre de palabras.

Cuando todo esto se acabe lo escribiré en un papel y no lo quemaré, porque aunque cuando llegue ese momento esté viviendo de alquiler en una cueva dentro de mi cama, en el presente me hace bailar. Déjame bailar 3 días seguidos, aunque cada día dure 5 segundos, porque cuando pierda el equilibrio podré pensar en el vuelo de mi falda al dar giros y en mi risa, y de eso no me arrepentiré nunca.

Porque hay momentos en la vida en los que el planeta más importante del Sistema Solar es Júpiter, aunque vivamos en la Tierra; y aunque el sol se apagase y la luna dejase de intentar marearse dando vueltas, la importancia de Júpiter nunca se la podremos dar a Saturno.

Porque un día te descubres a ti mismo, y te comparas con tu persona interior de cuando tenías 13 años, y te das cuenta de que lo importante no es el color de los ojos, sino la mirada y cómo mirar; y no, no estoy enamorada, pero a veces te cruzas con descargas eléctricas de corriente continua que te hacen despertar, y volver, aunque sea de manera distinta, al sofá en el que no te duele la espalda ni se te quedan colgando los pies.

No creo seguir bailando tan enérgicamente por mucho tiempo (aunque no estaría nada mal), pero espero seguir bailando sola y lento, pase lo que pase, por mucho tiempo.


La estrella se ha apagado, yo no me he estrellado; el mundo sigue girando, y yo...

1 comentario:

  1. Sigue bailando, sigue viviendo, sigue sonriendo, porque aunque haya miedos quien sabe si esas descargas se pueden perpetuar, pisa fuerte y sigue disfrutando de cada pequeño momento. <3

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